Escribir para sanar

Herramientas, reflexiones, ejercicios, divagaciones e informaciones sobre el uso de la escritura creativa con fines terapueticos.

jueves, agosto 10, 2006

La generosidad como herramienta en la escritura: un ejercicio entretenido

Pasamos, tal vez con bastante razón, gran parte de nuestro tiempo preocupados en nosotros: qué comeremos, beberemos, vestiremos, compraremos. Si nos rendirá el tiempo, si lograremos nuestros objetivos, si nos estamos poniendo viejos, si estamos haciendo una contribución significativa al mundo.

Esta muestra de egocentrismo, muy útil en algunos momentos, de convertirse en una práctica recurrente, podría terminar por ser un verdadero peso muerto que nos impide despegar y perseguir nuestros sueños.

La escritura ofrece una posibilidad muy interesante y está en la observación, narración y descripción de las historias de los demás.

¿El ejercicio? Simplemente soltarnos a imaginar y poner en papel, como si fuera un documento muy importante para nuestra vida, esas ideas e historias que otra persona nos provoca, en unos 10 o 15 minutos. Se puede hacer al ver alguna persona por la calle, pero a mí me gusta tomar una foto al azar y dejarme llevar.

Le podemos buscar nombre a nuestro personaje, familia, profesión, expectativas, temores, gustos. La idea es concentrarnos en él, dedicarle por completo nuestra atención. Regalársela con sincera generosidad.

¿Qué obtenemos? Dejamos de lado nuestra constante preocupación por nosotros mismos, demostramos generosidad ante el resto del mundo que nos rodea y recuperamos la fuerza que gastamos en tanta referencia circular sobre nuestras vidas.


Acá va mi ejemplo:

Observen a esta mujer:

Ella es Katiuska. Se trata de una muchacha que está estudiando computación porque la obligan sus padres, para que tome un trabajo de secretaria, pero ella lo que quiere es ser diseñadora de modas. Cada vez que termina un ejercicio, aprovecha para ver por internet fotos de desfiles de moda, aunque ella no tiene la ambición de ser un gran nombre de la industria, le bastaría con ser un poco más que una simple costurera.

Katiuska no era mala estudiante, pero igual su promedio era bajo para ingresar en una universidad pública. De cualquier manera, sus padres lo que quieren es que haya un ingreso más en la familia para atender a su hermanito de 10 años.

Katiuska tiene una (o varias) tristezas en su rostro, sobre todo en su mirada. Es una mujer seria y formal, pero le gustaría tener menos responsabilidad, quisiera salir más con sus amigas. Parte de esa tristeza es que le pasa por la cabeza la posibilidad de morirse sin haber hecho todo lo que ha soñado con su vida.

Ella trata de concentrarse en la pantalla y en las indicaciones del profesor, incluso está aprendiendo bastante, pero su cabeza está en otro lado: en el diseño de modas, en algún amigo que le insiste en que sean novios.

A Katiuska le gusta mucho cómo se ve cuando se maquilla. Cuando va a fiestas luce espectacular, se siente muy atractiva, pero sus padres la dejan ir a muy pocas de esas fiestas. Por eso, Katiuska prefiere siempre estar sin nada de maquillaje diario para que se note aún más la diferencia cuando se pinta.

1 Ejercen su derecho a la palabra

At 1:42 a. m., agosto 12, 2006, Anonymous Anónimo comentó...

aunque no lo creas. asi mismo me siento. gracias por el escrito

 

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